Detectar los peligros laborales en una obra es el primer paso fundamental para aplicar una prevención eficaz. Antes de redactar el Plan de Seguridad o iniciar cualquier actividad, es necesario identificar los riesgos que pueden poner en peligro la salud de los trabajadores. En esta guía práctica te explicamos cómo hacerlo correctamente, paso a paso.

¿Qué se considera un “peligro laboral”?

Un peligro es cualquier fuente, situación o acción con capacidad de causar un daño al trabajador. Se convierte en un riesgo cuando se analiza la probabilidad de que ocurra y la severidad del posible daño.

Por ejemplo: un hueco sin protección en un forjado es un peligro. El riesgo será mayor o menor dependiendo de si está señalizado, protegido o si hay tránsito frecuente.

Paso 1: Visita previa de reconocimiento

Antes de comenzar la actividad, se debe hacer una visita técnica a la obra. Esta permite:

  • Observar el entorno físico real (desniveles, accesos, espacios confinados).
  • Detectar peligros evidentes in situ, más allá de lo reflejado en planos.
  • Consultar al personal ya presente en obra sobre situaciones previas.

Documentar esta visita con fotografías y anotaciones facilitará el análisis posterior.

Paso 2: Análisis de las actividades previstas

Una vez identificados los espacios, se debe analizar qué trabajos se van a realizar, en qué orden y con qué medios. Esto incluye:

  • Movimientos de tierra, estructuras, cubiertas, instalaciones eléctricas, etc.
  • Uso de maquinaria, herramientas manuales y productos químicos.
  • Interacción entre distintas empresas o subcontratas.

Este análisis permite prever peligros específicos por cada fase.

Paso 3: Clasificación de los peligros detectados

Los peligros deben clasificarse para poder actuar sobre ellos. Algunas categorías comunes son:

  • Físicos: caídas, golpes, atrapamientos, cortes.
  • Químicos: exposición a sustancias peligrosas.
  • Eléctricos: contacto con corriente, sobrecargas.
  • Ergonómicos: posturas forzadas, manipulación de cargas.
  • Psicosociales: estrés, presión por plazos, jornadas largas.

Una buena clasificación ayuda a priorizar medidas y a redactar evaluaciones de riesgo más precisas.

Paso 4: Valoración del riesgo asociado

Cada peligro detectado debe valorarse teniendo en cuenta:

  • Probabilidad de que ocurra
  • Gravedad del posible daño
  • Frecuencia o exposición al peligro

Con esta valoración se define el nivel de riesgo (bajo, medio, alto) y se establece si es necesario intervenir de forma inmediata.

🧠 Aportación exclusiva: Utiliza listas de comprobación

Para no pasar por alto ningún peligro, muchos técnicos usan checklists o listas de comprobación según el tipo de obra. Puedes crearlas tú mismo o usar las que ofrece el INSST en sus guías técnicas.

Estas herramientas te ayudan a sistematizar la identificación y a justificar tus criterios ante una inspección.

Conclusión

Aprender a identificar peligros laborales en una obra es la base de cualquier estrategia preventiva eficaz. Siguiendo estos pasos —reconocimiento, análisis de tareas, clasificación y valoración— podrás tomar decisiones más acertadas, proteger mejor a los trabajadores y cumplir con la ley de forma sólida y demostrable.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Quién debe identificar los peligros laborales?

El técnico de prevención, el coordinador de seguridad o el responsable del plan de seguridad.

¿Se pueden usar plantillas para identificar peligros?

Sí. Hay modelos disponibles en el INSST y en organismos autonómicos.

¿Cuándo se debe hacer la identificación?

Antes del inicio de los trabajos y cada vez que cambie la planificación o actividad.

¿Es obligatorio documentarlo?

Sí. La identificación y valoración de peligros debe formar parte de la evaluación de riesgos.